Por una cuestión de honor Serrallonga se convierte en bandolero y se echa al monte con los otros
bandoleros de la cuadrilla. Así lo refiere él mismo:
Serrallonga: Por honra vine a estos montes
y hallé la deshonra en ellos:
Seis años ha que no he visto
a mi padre, pobre y viejo;
en Carroz, aldea mía,
¿Qué insultos, dime, no he hecho?
¿Qué pasajeros perdono?
¿He reservado algún templo?
(Bibliografía: El bandolero español entre la leyenda y la vida real - Rosa Cardinale)
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