Un trágico suceso en Manzanares (Ciudad Real), con Ramón Clemente como triste protagonista, hizo recordar los tiempos de «Los niños de Écija» y de otros bandidos de Sierra Morena. Ramón actuó por venganza con la astucia de los gloriosos bandoleros clásicos. Huyó cuando iba a ser detenido por dedicarse a la caza furtiva y acabó con la vida del guardia civil Antonio Herrero, el que mayor odio le inspiraba porque le había maltratado y retirado la escopeta.
Los antecedentes de Ramón no hacían presagiar nada bueno. En la ciudad de Manzanares, de donde era natural, le temían por su carácter brusco y pendenciero, a pesar de su juventud. Tenía veintiún años, era soltero y cazador de oficio.
El guardia jurado de la finca «La Mancha» le denunció por cazar en coto vedado y sin licencia de armas, y el Juzgado municipal le condenó a cumplir veintiún días de cárcel.
(Bibliografía: Bandoleros - José Antonio Adell & Celedonio García)
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