El bandolero y el contrabandista españoles, esas dos ramas de un mismo tronco, no se parecen en nada a los bandidos y contrabandistas de las demás naciones. Los ladrones franceses roban por necesidad, los italianos se hacen a menudo bandidos por venganza, en Inglaterra uno se hace desvalijador o contrabandista por especulación, los españoles se hacen contrabandistas y, en caso de fracaso, bandoleros por amor al arte; esto demanda una explicación.
El español, sobre todo el andaluz, está dotado de una brillante imaginación; ama perdidamente su libertad, no la libertad política, de la que no entiende nada, sino la libertad de los pájaros.
Bibliografía: José María "El Tempranillo" - José Antonio Rodríguez
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