A principios del siglo XIX encontramos uno de esos casos de bandidaje que podríamos considerar residual de la guerra de la Independencia. Se trata de un guerrillero integrante de la partida de Vicente Sardina, nacido en Torrejón de Ardoz en 1792, Antonio Sánchez, apodado "Chorra al Aire", que actuaba en las proximidades de Madrid cortanto a los correos franceses su camino hacia Burgos.
Estaba considerado como uno de los bandoleros más sanguinarios de este siglo, dado que no le importaba emplear la violencia para conseguir sus fines. Y así lo atestiguan las denuncias formuladas ante la justicia por la autoridades locales de las poblaciones como Cabanillas de la Sierra, La Cabrera, El Molar, Torrelaguna, y Miraflores.
Se suele hablar de su habilidad para escapar de la justicia, pero Antonio Sánchez cometió un error el 6 de junio del año 1816, quizás amparado y confiado en la impunidad de muchas de sus acciones y en el conocimiento de las montañas donde solía esconderse. Ese día asaltó a un grupo de arrieros para robarles únicamente unas piezas de tocino en el Alto del León, sin percatarse de que había cerca un grupo de soldados, estos iniciaron la persecución del ladrón hasta conseguir acorralarle cerca del Escorial. Conducido a Madrid, fue juzgado, condenado y poco tiempo después murió ajusticiado.
Bibliografía: Bandidos y Bandoleros de Madrid - José Felipe Fernández
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