Las islas baleares también sufrieron las consecuencias del bandolerismo, además de los ataques de los terribles bandidos del mar, los piratas.
En la isla de Mallorca, especialmente, aparecieron en los siglos XV, XVI y XVII bandas fuera de la ley, que robaban, asesinaban o secuestraban. A ellas se unieron algunas personas que se echaron al monte ante la situación generalizada de pobreza y carestía. Otros habitaban lejos de los pueblos sobreviviendo con hurtos y pequeños delitos.
Quizá el último bandolero balear fuera Antonio Roselló, apodado "Parragó", de Manacor. Su nombre se ha convertido en un mito, tanto en Manacor como en Sa Pobla y ha quedado inmortalizado en diversos romances y canciones:
Parragó, si no llevarás cruz
no te daban tierra sagrada
porque a las claras se ve
que tu cuerpo hace llamarada.
Bibliografía: Bandoleros - José A. Adell y Celedonio García
No hay comentarios:
Publicar un comentario